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Lógica del lenguaje médico

Resumen

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El texto aborda la complejidad y ambigüedad del lenguaje médico, destacando cómo la transición de la lógica clásica a la formal es crucial para garantizar precisión en los diagnósticos. A través de un caso clínico que ilustra diferentes interpretaciones lingüísticas de una misma condición médica, se enfatiza la importancia de evitar disputas utilizando términos que puedan abarcar diversas perspectivas.

Posteriormente, se analiza el lenguaje médico como una extensión del lenguaje natural, caracterizado por una mezcla de términos comunes y técnicos. Se resalta la falta de una sintaxis y semántica específicas en el lenguaje médico, lo que puede llevar a malentendidos y errores diagnósticos.

El texto también explora el concepto de "significado" en el contexto de los términos médicos, enfatizando cómo la comprensión de un término depende del contexto y la intención del usuario. Se discute la ambigüedad y vaguedad de los términos médicos, destacando los desafíos en la comprensión de los conceptos médicos y la necesidad de una lógica de decodificación adecuada.

Además, se introduce el concepto de "lenguaje de máquina encriptado" en el contexto de la comunicación entre el cerebro humano y los profesionales médicos, comparado con la criptografía informática. Se resaltan los riesgos de errores diagnósticos debido a la interpretación distorsionada de los mensajes médicos, y se enfatiza la importancia de la experiencia en la formulación de hipótesis diagnósticas.

Las consideraciones finales reiteran la importancia de la lógica en el proceso de diagnóstico médico y sugieren adoptar un enfoque de pensamiento adaptativo para mejorar la competencia médica. Se discute la posibilidad de desplazar el enfoque de los síntomas y signos clínicos al lenguaje de máquina encriptado para obtener una visión más completa de la enfermedad, involucrando a toda la sociedad en la mejora del proceso diagnóstico.  

Masticationpedia

 

El lenguaje médico es un lenguaje natural extendido

El lenguaje es una fuente de malentendidos y errores en medicina: en realidad, a menudo el lenguaje que usamos nos deja en problemas porque está semánticamente subdesarrollado y no está de acuerdo con las ideas científicas estándar. Para explicar mejor este concepto, que aparentemente parece fuera de lugar, debemos describir algunas características esenciales de la lógica del lenguaje que nos harán comprender mejor por qué un término como dolor orofacial puede tomar un significado diferente siguiendo una lógica clásica o formal. .

El paso de la lógica clásica a la lógica formal no implica añadir un detalle menor ya que requiere una descripción precisa. Aunque la tecnología médica y dental ha desarrollado impresionantes modelos y dispositivos en muchas disciplinas de rehabilitación odontológica, como electromiógrafos, tomografía computarizada de haz cónico, escaneo digital oral, etc., el lenguaje médico aún necesita mejoras.

En primer lugar, debemos distinguir entre lenguajes naturales (inglés, alemán, italiano, etc.) y lenguajes formales, como las matemáticas. Los naturales emergen naturalmente tanto en las comunidades sociales como en las comunidades científicas. Simultáneamente, los lenguajes formales se construyen artificialmente para su uso en disciplinas como las matemáticas, la lógica y la programación informática. Los lenguajes formales se caracterizan por una sintaxis y una semántica con reglas precisas, mientras que un lenguaje natural tiene una sintaxis bastante vaga conocida como gramática y carece de semántica explícita.

Para mantener este estudio activo y atractivo, y para evitar que degenere en un aburrido tratado de filosofía de la ciencia, consideremos un caso clínico muy explicativo. Lo trataremos usando diferentes lenguajes:

Caso clínico y lógica del lenguaje médico

La paciente Mary Poppins (obviamente un nombre ficticio) fue seguida y tratada durante más de 10 años por varios colegas, incluidos dentistas, médicos de familia, neurólogos y dermatólogos. Su breve historia es la siguiente:

  • la mujer notó por primera vez pequeños parches de pigmentación anormal en el lado derecho de la cara a la edad de 40 años (ahora tenía 50).A su ingreso a la consulta de dermatología se le realizó una biopsia de piel, la cual fue compatible con el diagnóstico de esclerodermia localizada de la cara (morfea);se prescribieron corticoides.
  • A los 44 años comenzó a tener contracciones involuntarias de los músculos maseteros y temporales derechos; las contracciones aumentaron en duración y frecuencia a lo largo de los años. El paciente se refirió a las contracciones espasmódicas como bloqueo diurno y nocturno.En su primera evaluación neurológica, la discromía era menos evidente. Aún así, su rostro era asimétrico debido a una ligera muesca en la mejilla derecha y una marcada hipertrofia de los músculos maseteros y temporales derechos.Los diagnósticos fueron variados, debido a la limitación del lenguaje médico como veremos a continuación.

El escenario clínico puede reducirse a lo siguiente: la paciente expresa en su lenguaje natural el estado psicofísico que la aqueja desde hace mucho tiempo; el odontólogo, después de haberle realizado una serie de pruebas como la anamnesis, una estratigrafía y un TAC de la ATM (Figuras 1, 2 y 3), concluye con un diagnóstico de 'Trastornos Temporomandibulares', a los que denominamos 'TMD's'[1][2][3];el neurólogo permanece en cambio en un diagnóstico de patología neuromotora orgánica del tipo 'Dolor orofacial neuropático' (nOP), excluyendo el componente TTM, o no considera la causa principal. Para no simpatizar ni con el dentista ni con el neurólogo en este contexto, consideraremos al paciente que sufre de 'TMDs/nOP'; para que nadie pelee.

 
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«¿Pero quién tendrá razón?»


Obviamente estamos frente a una serie de temas que merecen una adecuada discusión porque se refieren al diagnóstico clínico.

A diferencia de los lenguajes formales de las matemáticas, la lógica y la programación informática (que son sistemas artificiales de signos con reglas precisas de sintaxis y semántica), la mayoría de los lenguajes científicos se desarrollan como una simple expansión del lenguaje natural con una combinación de algunos términos técnicos. El lenguaje médico pertenece a esta categoría intermedia. Surge del lenguaje natural y cotidiano añadiendo términos como 'dolor neuropático', 'Trastornos Temporomandibulares', 'desmielinización', 'alodinia', etc. Es por ello que no tiene una sintaxis específica y semántica más allá de la que toma del lenguaje natural. . Por ejemplo, consideremos el término 'enfermedad' que se refiere a la paciente Mary Poppins: este es un término que indica el concepto fundamental de la medicina, la enfermedad en la base de la nosología y la investigación y práctica clínica. Se espera que sea un término técnico bien definido, pero sigue siendo un término indefinido.

Nadie sabe lo que significa con precisión y, aparte de algunos filósofos de la medicina, nadie está interesado en su significado exacto. Por ejemplo, ¿la 'enfermedad' se refiere al sujeto/paciente o al Sistema (como organismo vivo)? Y en consecuencia: ¿puede un paciente que no está enfermo a tiempo convivir con un sistema ya en estado de daño estructural en el tiempo?

El término languidece sin semántica alguna como si fuera irrelevante o gratuito y sus derivados comparten con él la misma oscuridad semántica.[4]

En breve,
  • ¿La paciente Mary Poppins está enferma o el sistema de masticación está dañado?
  • ¿Es más bien una enfermedad del 'Sistema' considerando el Sistema masticatorio en su totalidad que consta de subconjuntos tales como receptores, tejido nervioso periférico y central, huesos maxilares, dientes, lengua, piel, etc.?
  • ¿O es una enfermedad de 'órgano' que afecta en este caso específico a la articulación temporomandibular (ATM)?

Estas breves notas demuestran cómo las inexactitudes y peculiaridades del lenguaje natural entran en la medicina a través de su forma sintáctica y semánticamente subdesarrollada. Algunas de estas peculiaridades deberíamos tratarlas con ejemplos clínicos concretos.


Enfoque clínico

(pasa el cursor sobre las imágenes)


¿Qué significa un término médico?

Preguntémonos qué significa "sentido".

El Diccionario de Cambridge dice que "El significado de algo es lo que expresa o representa"[5].Por simple que parezca, la noción de "significado" es bastante genérica y vaga; todavía no existe una respuesta comúnmente aceptada a la pregunta "¿qué significa 'significado'?" Se han propuesto teorías controvertidas del significado, y cada una tiene sus ventajas y desventajas.[6][7].

Tradicionalmente, un término se muestra como una etiqueta lingüística que significa un objeto en un mundo, concreto o abstracto. Se cree que el término se encuentra en el idioma como representante de ese objeto, p. 'manzana' para la famosa fruta. Este término 'manzana' tendrá el mismo significado para el niño americano, el adulto europeo o el anciano chino, mientras que el significado 'Dolor orofacial' tendrá una intención para el neurólogo, otra para el dentista, y su propia esencia la desafortunada María. Poppins.

Tales expresiones no derivan su significado de representar algo en el mundo exterior, sino de cómo se relacionan con otros términos dentro del mundo o contexto de uno.

El significado del dolor para Mary Poppins es sobre lo que puede significar para ella, para su conciencia, y no sobre el mundo exterior: en realidad, pedirle al paciente que le atribuya un valor numérico a su dolor, digamos de 0 a 10, no tiene sentido. , no tiene significado, porque no hay ninguna referencia normalizadora interna al mundo o contexto de uno.
Lo mismo es cierto para el neurólogo que le dará sentido al término 'dolor en la mitad derecha de la cara' únicamente en su contexto basado en sinapsis, axones, canales iónicos, potenciales de acción, neuropéptidos, etc.
El odontólogo hará lo mismo, en base a su contexto compuesto principalmente por dientes, articulación temporomandibular, músculos masticatorios, oclusión, etc.

No se deben descuidar los conceptos cuando se trata de 'diagnósticos diferenciales', porque podrían ser fuentes de errores clínicos. Por esta razón, deberíamos reflexionar sobre la filosofía moderna del 'Sentido', que comenzó con Gottlob Frege[8],como un compuesto de "extensión" e "intención" de un término que expresa un concepto.

El concepto tiene su extensión (incluye a todos los seres con la misma cualidad) y 'comprensión' (un complejo de marcadores referidos a la idea). Por ejemplo, el concepto de dolor se refiere a muchos seres humanos, pero es más genérico (gran extensión, pero poca comprensión). Si consideramos el dolor en pacientes que reciben, por ejemplo, implantes dentales, en pacientes con pulpitis dental inflamatoria en curso y pacientes con dolor neuropático (odontalgia atípica) tendremos:

  1. Aumentos del umbral de percepción mecánica y del umbral de percepción sensorial relacionados con la activación de las fibras C.
  2. Anomalías somatosensoriales como alodinia, percepción mecánica reducida y alteración de la modulación del dolor en pacientes con odontalgia atípica.
  3. Sin alteración somatosensorial tras la inserción del implante, aunque los pacientes refieren dolor leve en la región tratada.

Sobre el 'dolor' en general podemos decir que tiene una amplia extensión y una comprensión mínima, pero si consideramos el tipo de dolor mencionado anteriormente, por ejemplo en pacientes que reciben implantes dentales, en pacientes con pulpitis dental inflamatoria en curso y en pacientes con dolor neuropático (odontalgia atípica), se hace evidente que cuanto mayor es la comprensión, menor es la extensión.

La intensión de un concepto, en cambio, es un conjunto de aspectos que lo distinguen de los demás. Estas son las características que diferencian el término genérico de "dolor", que al articular la intensión de un concepto reduce automáticamente su extensión. Obviamente, sin embargo, varias escalas de generalidad pueden descender de un concepto dependiendo de qué aspecto de su intención se articule. Es por ello que conceptualmente podríamos distinguir el dolor en la ATM del dolor neuropático.


Podemos decir convenientemente, por lo tanto, que el significado de un término con respecto a un idioma en particular es una pareja ordenada, formada por extensión e intensión, en un mundo que ahora llamaremos “contexto”.

Precisamente en referencia al contexto debemos señalar que:

  1. En el 'contexto' odontológico, el término dolor en la mitad derecha de la cara representa una extensión relativamente grande (por lo que puede clasificarse en un área que incluye a los 'TMD') y una intensión compuesta por una serie de características clínicas quizás apoyadas por una serie de investigaciones radiológicas instrumentales, EMG, axiográficas, etc.
  2. En el 'contexto' neurológico, sin embargo, el término dolor en la mitad derecha de la cara representa una extensión 'nOP' relativamente amplia y una intensión compuesta por una serie de características clínicas, tal vez respaldadas por una serie de investigaciones radiológicas instrumentales, EMG, somatosensoriales evocadas. potenciales, etc

Este breve pero esencial argumento nos permite constatar cómo la expresión lingüística de un lenguaje médico es vulnerable por una serie de razones; entre estos, tenga en cuenta la incompletitud semántica, así como también cómo un significado puede ser tan diferente en diferentes contextos que los términos 'nOP' o 'TMD' se vuelven ambiguos con estas premisass[9].

Ambigüedad y vaguedad

Como se ha dicho, más allá del lenguaje utilizado, el significado de un término médico también depende de los contextos en los que se origina, y esto puede generar ‘ambigüedad’ o ‘polisemia’ de los términos. Un término se llama ambiguo o polisémico si tiene más de un significado. La ambigüedad y la vaguedad han sido objeto de considerable atención en la lingüística y la filosofía.y[10][11][12]; pero a pesar del efecto perjudicial significativo de la ambigüedad y la vaguedad en la adherencia e implementación de la Guía de Práctica Clínica (GPC)[13], estos conceptos aún no han sido explorados y diferenciados en un contexto médico.

La interpretación de los médicos de los términos vagos varía mucho[14],lo que lleva a un agarre reducido y q una mayor variación de la práctica de las GPC. La ambigüedad se clasifica en tipos sintácticos, semánticos y pragmáticos.[15].

Como se describió anteriormente, el significado de una expresión lingüística simple a la que se refiere Mary Poppins tiene al menos tres significados diferentes en tres contextos diferentes. La ambigüedad y vaguedad en la expresión lingüística detrás del término 'dolor orofacial', que a su vez podría ser fuente de errores diagnósticos, se relaciona principalmente con la ineficiencia de la lógica del lenguaje médico para descifrar el mensaje automático que el Sistema envía en tiempo real. al exterior

Dediquemos un minuto a tratar de describir este interesante tema del lenguaje máquina encriptado a partir del cual se articularán los siguientes capítulos.

El dolor orofacial no tiene un significado en su forma léxica más genuina, sino en lo que significa en el contexto en el que existe: toda una serie de dominios referidos y generados por él como signos clínicos, síntomas relacionados e interacciones con otros. neuromotor, trigémino, distritos dentarios, etc. Este lenguaje máquina no corresponde al lenguaje verbal, sino a un lenguaje encriptado construido sobre su propio alfabeto, que genera el mensaje a convertir en lenguaje verbal (natural). Ahora el problema se traslada a la lógica del lenguaje utilizada para descifrar el código. Para describir este concepto de forma comprensible, vamos a contemplar una serie de ejemplos.

Estamos suponiendo que la desafortunada Mary Poppins sufre de 'dolor orofacial', y ella está representando lo siguiente a los profesionales de la salud con los que se relaciona:
«Doc, hace 10 años comencé con un malestar generalizado en la mandíbula, incluso episodios de bruxismo; estos empeoraron tanto que acusaba de 'dolor facial difuso', en concreto en la zona de la 'ATM' derecha con ruidos en los movimientos mandibulares.
Durante este período, se formaron "lesiones vesiculares" en mi piel, que eran más evidentes en la mitad derecha de mi cara.
En este período, sin embargo, el dolor se volvió más intenso e intermitente»

El sanitario, que puede ser un dermatólogo, un dentista o un neurólogo, recoge unos mensajes verbales del diálogo de Mary Poppins, como 'dolor facial difuso' o 'TMJ' o 'lesión vesicular', y establece una serie de hipotéticos conclusiones diagnósticas que nada tienen que ver con el lenguaje encriptado.

Aquí, sin embargo, deberíamos abandonar un poco los patrones y opiniones adquiridos para seguir mejor el concepto de 'lenguaje encriptado'. Supongamos, por tanto, que el Sistema está generando y enviando el siguiente mensaje encriptado, por ejemplo: Ephaptic.

Ahora, ¿qué tiene que ver 'Ephaptic' con nOP o TMD?

Nada y todo, como mejor comprobaremos al final de los capítulos sobre la lógica del lenguaje médico; pero por ahora dedicaremos un tiempo a los conceptos de cifrado y descifrado. Quizás hayamos oído hablar de ellos en películas de espías o en seguridad informática, pero también son importantes en medicina, ya verás.

Cifrado

Continuemos con nuestro ejemplo:

Tomemos una plataforma común de cifrado y descifrado. En el siguiente ejemplo reportaremos los resultados de una plataforma italiana pero podemos elegir cualquier plataforma porque los resultados conceptualmente no cambian:

Escribes tu mensaje en texto sin formato, la máquina lo convierte en algo ilegible, pero cualquiera que conozca el "código" podrá entenderlo.

Supongamos, pues, que lo mismo ocurre cuando el cerebro envía un mensaje en su propio lenguaje máquina, compuesto por trenes de ondas, paquetes de campos iónicos, etc.; y que lleva consigo un mensaje para descifrar el código 'Ephaptic'.

Este mensaje del Sistema Nervioso Central debe primero ser traducido al lenguaje verbal, para permitir que el paciente le dé sentido a la expresión lingüística y que el médico interprete el mensaje verbal. De esta manera, sin embargo, el mensaje de la máquina se ve contaminado por la expresión lingüística: tanto por el paciente, que es incapaz de convertir el mensaje cifrado con el significado exacto (vaguedad epistémica), como por el médico, porque está condicionado por el contexto específico de su especialización.

El paciente, en realidad, al informar una sintomatología de dolor orofacial en la región de la articulación temporomandibular, combina virtualmente el conjunto de extensión e intención en un concepto diagnóstico que le permite al odontólogo formular el diagnóstico de dolor orofacial por trastornos temporomandibulares. (TMD).

Muy a menudo el mensaje permanece encriptado al menos hasta que el sistema se daña hasta tal punto que surgen signos y síntomas clínicos tan llamativos que, obviamente, facilitan el diagnóstico.

Comprender cómo funciona el cifrado es bastante simple (vaya a la plataforma de descifrado que elija y pruébelo):

  1. elegir una clave de cifrado entre las seleccionadas;
  2. escriba una palabra;
  3. obtener un código correspondiente a la clave elegida y la palabra escrita.

Por ejemplo, si insertamos la palabra 'Ephaptic' en el sistema de encriptación de la plataforma, tendremos un código encriptado en los tres contextos diferentes (paciente, dentista y neurólogo) que corresponden a las tres claves algorítmicas diferentes que indica el programa, por ejemplo : la tecla A corresponde al algoritmo del paciente, la tecla B al contexto dental y la tecla C al contexto neurológico.

En el caso del paciente, por ejemplo, escribir Ephaptic y usando la tecla A, la "máquina" nos devolverá un código como



La clave se puede definir como "Contexto real".

 
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«¿Por qué dice que la "clave" del paciente se define como la VERDADERA?»
(respuesta difícil, pero observe el fenómeno de control de puerta y comprenderá)


En primer lugar: Sólo el paciente es inconscientemente consciente de la enfermedad que aqueja a su propio sistema, pero no tiene la capacidad de transducir la señal del lenguaje máquina al lenguaje verbal. El mismo procedimiento ocurre en la 'Teoría de control de sistemas', en la que se diseña un procedimiento de control dinámico llamado 'Observador de estado' para estimar el estado del sistema a partir de mediciones de salida. De hecho, en la teoría de control, la observabilidad es una medida de cuánto se puede deducir el estado interno de un sistema a partir del conocimiento de sus salidas externas.[16].Mientras que en el caso de un sistema biológico se prefiere una 'Observabilidad estocástica' de sistemas dinámicos lineales[17], las matrices de Gramian se utilizan para la observabilidad estocástica de sistemas no lineales[18][19].

Esto ya sería suficiente para atraer ahora nuestra atención sobre un fenómeno extraordinariamente explicativo llamado Gate Control. Si un niño recibe un golpe en la pierna mientras juega al fútbol, además de llorar, lo primero que hace es frotar extensamente la zona adolorida para que el dolor disminuya. El niño no conoce el ‘Gate Control’, pero inconscientemente activa una acción que, al estimular los receptores táctiles, cierra la puerta a la entrada del input nociceptivo de las fibras C, consecuentemente disminuyendo el dolor; el fenómeno fue descubierto recién en 1965 por Ronald Melzack y Patrick Wall[20][21][22][23][24].

Tanto como en las computadoras, el cifrado-descifrado también tiene lugar en biología. De hecho, en una investigación reciente, los autores examinaron la influencia de los mecanismos moleculares del fenómeno de la "potenciación a largo plazo" (LTP) en el hipocampo sobre la importancia funcional de la plasticidad sináptica para el almacenamiento de información y el desarrollo de la conectividad neuronal. Aún no está claro si la actividad modifica la fuerza de las sinapsis individuales de forma digital (01, todo o nada) o analógica (graduada). En el estudio surge que las sinapsis individuales parecen tener una mejora de 'todo o nada', indicativo de procesos altamente cooperativos, pero diferentes umbrales para experimentar una mejora. Estos hallazgos plantean la posibilidad de que algunas formas de memoria sináptica puedan almacenarse digitalmente en el cerebro.[25].

Descifrado

Ahora, asumiendo que el lenguaje máquina y el código ensamblador están bien estructurados, insertamos el mensaje encriptado del Sistema Mary Poppins en la 'Boca de la Verdad'.[26]:

Supongamos que somos marcianos en posesión de la clave correcta (algoritmo o contexto) la clave A que corresponde al 'Contexto Real'. Podríamos descifrar perfectamente el mensaje, como puedes comprobar introduciendo el código en la ventana correspondiente:

«efáptico»
Pero, por suerte o no, no somos marcianos, por lo que utilizaremos, contextualmente a la información adquirida del contexto social y científico, la clave dental que corresponde a la clave B, con el consiguiente descifrado del mensaje en:
«5GoI49E5!»
Usando la clave C que corresponde al contexto neurológico, el descifrado del mensaje sería:
«26k81n_g+»

Estos son elementos extraordinariamente interesantes de la lógica del lenguaje, y tenga en cuenta que el mensaje encriptado del 'significado' del contexto real de la 'enfermedad', la clave A, es totalmente diferente del encriptado a través de las claves B y la clave C: se construyen en contextos convencionalmente diferentes, mientras que la realidad es una sola y esto indica un hipotético error de diagnóstico.

Esto significa que las lógicas del lenguaje médico construidas principalmente sobre una extensión del lenguaje verbal, son poco eficientes para ser rápidas y detalladas en los diagnósticos, especialmente en el diferencial. Esto se debe a que la distorsión debida a la ambigüedad y vaguedad semántica de la expresión lingüística, denominada 'vaguedad epistémica' o 'incertidumbre epistémica', o mejor 'conocimiento incierto', orienta forzosamente el diagnóstico hacia el contexto de referencia del especialista y no sobre el exacto y el Real.
 
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«¿Por qué, entonces, somos relativamente exitosos en el diagnóstico?»
(Se necesitaría una enciclopedia separada completa para responder a esta pregunta, pero sin ir demasiado lejos, tratemos de discutir las razones.)


La intuición diagnóstica básica es una forma de razonamiento rápida, no analítica e inconsciente. Un pequeño cuerpo de evidencia indica la ubicuidad de la intuición y su utilidad para generar hipótesis diagnósticas y determinar la gravedad de la enfermedad. Poco se sabe acerca de cómo los médicos experimentados entienden este fenómeno y cómo trabajan con él en la práctica clínica. La mayoría de los informes sobre la intuición diagnóstica del médico han relacionado este fenómeno con el razonamiento no analítico y han enfatizado la importancia de la experiencia en el desarrollo de un sentido confiable de la intuición que puede usarse para involucrar de manera efectiva el razonamiento analítico a fin de evaluar la evidencia clínica. En un estudio reciente, los autores concluyen que los médicos perciben la intuición clínica como útil para corregir y avanzar en los diagnósticos de enfermedades comunes y raras.[27]También cabe señalar que el Sistema Biológico envía un mensaje encriptado integrado de forma única al exterior, en el sentido de que cada fragmento de código tendrá un significado preciso cuando se tome individualmente, mientras que si se combina con todos los demás generará el código completo correspondiente. al mensaje real, es decir a "Ephaptic".

En resumen, un informe instrumental (o una serie de informes instrumentales) no es suficiente para descifrar el mensaje de la máquina de manera exacta y correspondiente a la realidad. Si esperamos que el mensaje sea descifrado a partir de 2/3 del código, lo que quizás corresponda a una serie de investigaciones de laboratorio, obtendríamos el siguiente resultado de descifrado:
«Ef+£2»

Este resultado proviene de la eliminación de los dos últimos elementos del código de origen: resultante de. Entonces, parte del código se descifra (Ef) mientras que el resto permanece encriptado y la conclusión habla por sí sola: no basta con identificar una serie de pruebas específicas, sino que es necesario saber encadenarlas de una manera específica. para completar el concepto real y construir el diagnóstico.

Por lo tanto, existe la necesidad de:
 
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«Un Sistema Lógico que integra la secuencia del código en lenguaje máquina»
(¡verdadero! llegaremos con un poco de paciencia)


Consideraciones finales

La lógica del lenguaje no es en modo alguno un tema para filósofos y pedagogos; pero se trata sustancialmente de un aspecto fundamental de la medicina que es el Diagnóstico. Tenga en cuenta que la Clasificación Internacional de Enfermedades, 9ª Revisión (ICD-9), tiene 6969 códigos de enfermedad, mientras que hay 12 420 en ICD-10 (OMS 2013)[28]. Sobre la base de los resultados de una gran serie de autopsias, Leape, Berwick y Bates (2002a) estimaron que los errores de diagnóstico causaban entre 40 000 y 80 000 muertes al año.[29].Además, en una encuesta reciente a más de 6000 médicos, el 96 % creía que los errores de diagnóstico se podían prevenir[30].

Charles Sanders Peirce (1839-1914) fue un lógico y científico en ejercicio[31];gradualmente desarrolló una explicación triádica de la lógica de la investigación. También distingue entre tres formas de argumentación, tipos de inferencia y métodos de investigación que están involucrados en la investigación científica, a saber:

  1. La abducción o la generación de hipótesis
  2. Deducción o extracción de consecuencias a partir de hipótesis; y
  3. Inducción o prueba de hipótesis.

En la parte final del estudio realizado por Donald E Stanley y Daniel G Campos, se considera la lógica peirceana como una ayuda para garantizar la efectividad del paso diagnóstico de poblaciones a individuos. Un diagnóstico se centra en los signos y síntomas individuales de una enfermedad. Esta manifestación no puede extrapolarse a la población general, salvo en un sentido experiencial muy amplio, y es este sentido de la experiencia el que proporciona una visión clínica, fortalece el instinto para interpretar las percepciones y fundamenta la competencia que nos permite actuar. Adquirimos conocimientos básicos y validamos la experiencia para trasladar nuestras observaciones al diagnóstico.

En otro estudio reciente, el autor Pat Croskerry propone la llamada "Experiencia adaptativa en la toma de decisiones médicas", en la que se podría lograr una decisión clínica más efectiva a través del razonamiento adaptativo, lo que lleva a niveles avanzados de competencia y dominio.[32].

Las competencias adaptativas se pueden obtener enfatizando las características adicionales del proceso de razonamiento:

  1. Ser consciente de los inhibidores y facilitadores de la racionalidad (Los especialistas se proyectan sin saberlo hacia su propio contexto científico y clínico).
  2. Perseguir los estándares del pensamiento crítico. (En el especialista se apoya la autorreferencialidad y difícilmente se aceptan críticas de otras disciplinas científicas o de otros médicos especialistas).
  3. Desarrollar una conciencia global de los sesgos cognitivos y afectivos y aprender a mitigarlos. Utilice un argumento que refuerce el punto 1.
  4. Desarrollar una profundidad y comprensión similar de la lógica y sus errores al involucrar procesos metacognitivos como la reflexión y la conciencia. El tema ya se menciona en el primer capítulo 'Introducción'.

En este contexto emergen factores extraordinariamente interesantes que nos llevan a una síntesis de todo lo expuesto en este capítulo. Es cierto que los argumentos de abducción, deducción e inducción agilizan el proceso diagnóstico pero seguimos hablando de argumentos basados en una semiótica clínica, es decir en el síntoma y/o signo clínico.[28]. Incluso se refina e implementa la experiencia adaptativa mencionada por Pat Croskerry sobre el diagnóstico y sobre los errores que genera una semiótica clínica.[32].

Por tanto, es necesario precisar que no se critica la semiótica y/o el valor específico del análisis clínico porque estos procedimientos han sido extraordinariamente innovadores en los diagnósticos de todos los tiempos. En la época en la que vivimos, sin embargo, será por el cambio de la esperanza de vida humana o por la aceleración social que estamos experimentando, el 'tiempo' se ha convertido en un condicionante, no entendido como el paso de los minutos sino esencialmente como portador de información.

En este sentido, el tipo de lenguaje médico descrito anteriormente, basado en el síntoma y en el signo clínico, es incapaz de anticipar la enfermedad, no porque no exista el saber hacer, la tecnología, la innovación, etc., sino porque la justa valoración no se da a la información transportada en el tiempo

Esto no es responsabilidad del trabajador de la salud, ni del Servicio de Salud, ni de la clase político-industrial porque cada uno de estos actores hace lo que puede con los recursos y la preparación del contexto socio-epocal en el que vive.

El problema, por otro lado, radica en la mentalidad de la humanidad que prefiere una realidad determinista a una estocástica. Hablaremos de estos temas en detalle.

En los siguientes capítulos, todos de lógica, intentaremos desplazar la atención del síntoma y el signo clínico al lenguaje máquina encriptado: para este último, son bienvenidos los argumentos del dúo Donald E Stanley-Daniel G Campos y Pat Croskerry. , pero deben traducirse al tema 'tiempo' (anticipación del síntoma) y al mensaje (ensamblador y lenguaje de máquina no verbal). Obviamente, esto no excluye la validez de la historia clínica (semiótica), construida esencialmente sobre un lenguaje verbal enraizado en la realidad médica.

Somos conscientes de que nuestro Linux Sapiens está perplejo y preguntándose:
 
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«... ¿Podría la lógica del lenguaje clásico ayudarnos a resolver el dilema de la pobre Mary Poppins?»
(Verá que gran parte del pensamiento médico se basa en la lógica del lenguaje clásico pero hay límites)


Bibliography & references
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